Dicen por ahí que todo me da pena y la verdad es que, tras unos días super intensos viviendo una gran experiencia, es inevitable. Tuve el honor de participar en JOYA Barcelona presentando mi proyecto de joyería contemporánea y no puedo estar más contenta de la acogida, de los compañeros y del empacho de obras de arte con el que vuelvo.

Un empacho de 50 artistas de 26 países diferentes que experimentan con nuevas técnicas y materiales para presentar unos trabajos basados ​​en la originalidad y la innovación. Obras de arte que emocionan por su fuerte identidad, que te atrapan por su delicadeza, por su carga conceptual, diseño en estado puro, piezas de autor, un escaparate de las últimas tendencias en joyería artística. 

 He vuelto cargada de información, de energía y de nuevos planteamientos, de todos los viajes se regresa con una nueva historia y todas las experiencias suman… Ahora, toca digerir.